Agrón. Cristino Alberto Gómez
10/06/2007
El manejo del bosque natural es una alternativa económica, si así se quiere llamar, que ha sido descubierta por un limitado número de nuestros agricultores en la América Tropical. Sin embargo, es una opción muy productiva, dado que genera ingresos a la vez que mantiene en equilibrio el ecosistema natural formado a través de los años.
En muchas de las fincas tropicales existen áreas naturales de bosque, pero los mismos no son manejados como tal por la falta de una cultura general alrededor de su manejo, por lo que los agricultores deciden talarlos para llevar a cabo otras actividades agropecuarias. De esa manera, es más común el cultivo de bosques artificiales para madera, mayormente separado del ganado, de los frutales y otros cultivos. Falta comprender que el bosque no es sólo un terreno que está en descanso o desuso esperando la oportunidad para ser clareado y reemplazado por una plantación o hato, sino que puede ser incluso combinado con otras actividades agrícolas/económicas para aprovecharlo de manera óptima.
Dado que no necesitan ser sembrados, los árboles del bosque natural no implicarán costos de establecimiento, por lo que son una empresa rentable, que bien administrada generará múltiples beneficios, no sólo por la madera que producen, sino por otros productos, tales como el uso medicinal de una multitud de plantas, la conservación del suelo, la protección de las cuencas hidrográficas entre otras utilidades como el ecoturismo.
Siendo así, ¿por qué entonces la aseveración de que no se aprovecha ese potencial del bosque natural? O si es cierto, ¿por qué esta sucediendo tal situación? Bien, por una razón muy sencilla. Con el tiempo hemos ido aprendiendo a cultivar muchas especies de plantas y criar animales. Tanto así que nos hemos hecho especialistas, y cada día introducimos nuevas tecnologías para el aprovechamiento de cada especie en particular, valorando las condiciones específicas bajo las cuales consideramos se comportan de manera óptima en aspectos de productividad. Sin embargo, no hay suficiente información accesible acerca del manejo del bosque natural, una actividad tan compleja como el sistema mismo que representan para la ecología de las comunidades.
El papel de los extensionistas es fundamental para ampliar horizontes en este tipo de actividad, pues serán ellos quienes darán a conocer las ventajas del manejo del bosque natural, así como las técnicas mismas para su manejo, acorde con las características del bosque. No obstante, es preciso tomar en cuenta que se trata de una actividad entre muchas opciones que tienen los agricultores, y que sus necesidades inmediatas pueden ser primordiales ante el interés por establecer un sistema a mediano o largo plazo. Luego pensará en dar inicio a un proyecto que, lento al principio, garantizará con el tiempo la sostenibilidad de su sistema productivo.
10/06/2007
El manejo del bosque natural es una alternativa económica, si así se quiere llamar, que ha sido descubierta por un limitado número de nuestros agricultores en la América Tropical. Sin embargo, es una opción muy productiva, dado que genera ingresos a la vez que mantiene en equilibrio el ecosistema natural formado a través de los años.
En muchas de las fincas tropicales existen áreas naturales de bosque, pero los mismos no son manejados como tal por la falta de una cultura general alrededor de su manejo, por lo que los agricultores deciden talarlos para llevar a cabo otras actividades agropecuarias. De esa manera, es más común el cultivo de bosques artificiales para madera, mayormente separado del ganado, de los frutales y otros cultivos. Falta comprender que el bosque no es sólo un terreno que está en descanso o desuso esperando la oportunidad para ser clareado y reemplazado por una plantación o hato, sino que puede ser incluso combinado con otras actividades agrícolas/económicas para aprovecharlo de manera óptima.
Dado que no necesitan ser sembrados, los árboles del bosque natural no implicarán costos de establecimiento, por lo que son una empresa rentable, que bien administrada generará múltiples beneficios, no sólo por la madera que producen, sino por otros productos, tales como el uso medicinal de una multitud de plantas, la conservación del suelo, la protección de las cuencas hidrográficas entre otras utilidades como el ecoturismo.
Siendo así, ¿por qué entonces la aseveración de que no se aprovecha ese potencial del bosque natural? O si es cierto, ¿por qué esta sucediendo tal situación? Bien, por una razón muy sencilla. Con el tiempo hemos ido aprendiendo a cultivar muchas especies de plantas y criar animales. Tanto así que nos hemos hecho especialistas, y cada día introducimos nuevas tecnologías para el aprovechamiento de cada especie en particular, valorando las condiciones específicas bajo las cuales consideramos se comportan de manera óptima en aspectos de productividad. Sin embargo, no hay suficiente información accesible acerca del manejo del bosque natural, una actividad tan compleja como el sistema mismo que representan para la ecología de las comunidades.
El papel de los extensionistas es fundamental para ampliar horizontes en este tipo de actividad, pues serán ellos quienes darán a conocer las ventajas del manejo del bosque natural, así como las técnicas mismas para su manejo, acorde con las características del bosque. No obstante, es preciso tomar en cuenta que se trata de una actividad entre muchas opciones que tienen los agricultores, y que sus necesidades inmediatas pueden ser primordiales ante el interés por establecer un sistema a mediano o largo plazo. Luego pensará en dar inicio a un proyecto que, lento al principio, garantizará con el tiempo la sostenibilidad de su sistema productivo.
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