Mi mente se ocupa en evocar en escenarios y momentos diversos la gente refiriéndose a la realidad nacional, diciendo: "aquí hace falta un cambio", "es hora de cambiar la dirección", "tiene que venir uno que cambie esto". Logro precisar momentos dieciséis meses antes y es el propio encuentro en las calles describiendo soledades pintadas de esperanza.
¿Qué factor incide en la divergencia entre lo que suponemos debe ser cambiado y aquello que creemos puede ser cambiado? ¿Cuál es el punto de inflexión donde revive la voluntad? ¿Cuál es la frontera entre lo que concierne a un individuo y lo que corresponde a su entorno? El análisis es maravilloso, satisfactorio y resuelto hasta el momento cuando tras los párpados el sujeto se encuentra con la vista inversa y en ese momento surge la inquisidora respuesta. Usted y yo también tenemos la posibilidad de transformar realidades pero nos hemos impuesto límites al definir, a partir de una conjugación entre lo interno y lo ambiental, la cosmovisión de la primera persona. De esa dependen la naturaleza y la magnitud del cambio.
Cristino Alberto Gómez