El poeta no es una de sus obras
ni el poema uno sólo de sus versos
como el Río Manatí no es una gota
ni la lucha por vivir un solo esfuerzo.
Hay un himno que puede hacer eterno
al que escribe otros mil, con tal estilo
que aunque logre el primero hacer su eco
nunca ver en su hechor al exclusivo.
Es igual el calor que siente el lápiz
y el temblor en la mano propulsada
por el fuego de amor vital, ¡cuán agil
en sus venas la sangre enamorada!
Es igual que la madre de catorce:
a traviesos y dóciles adora.
Si escribió muchos más, declaro entonces,
el poeta no es una de sus obras.
Cristino Alberto Gómez
18 de febrero de 2008
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