Para escapar
hay mil rutas y una sola terminal,
una vida, mil caminos y un final…
sin excusas, sólo quieres escapar.
Para escapar
no requieres explicarme a dónde vas,
si regresas o es difícil retornar,
pues sentimos que tú quieres escapar.
Para escapar,
todo el tiempo tú lo tienes y algo más:
tú me tienes si te puedo encaminar,
y mis brazos cuando quieras descansar,
porque es cierto: sólo quieres escapar.
Al escapar
tú me dejas el silencio y un lugar,
miles horas de mi espera sin final
y el recuerdo: ese nunca va a escapar.
Para escapar
tú me dices un destino al que quizás
llegarías y una vez la vuelta atrás
reparando en que querías escapar.
Al escapar,
olvidaste los caminos de llegar
a este sitio donde vimos rebrotar
como espiga este amor que crece más.
A mi lado sólo existe soledad,
y te espera para entonces escapar.
Cristino Alberto Gómez
21 de noviembre del 2009
hay mil rutas y una sola terminal,
una vida, mil caminos y un final…
sin excusas, sólo quieres escapar.
Para escapar
no requieres explicarme a dónde vas,
si regresas o es difícil retornar,
pues sentimos que tú quieres escapar.
Para escapar,
todo el tiempo tú lo tienes y algo más:
tú me tienes si te puedo encaminar,
y mis brazos cuando quieras descansar,
porque es cierto: sólo quieres escapar.
Al escapar
tú me dejas el silencio y un lugar,
miles horas de mi espera sin final
y el recuerdo: ese nunca va a escapar.
Para escapar
tú me dices un destino al que quizás
llegarías y una vez la vuelta atrás
reparando en que querías escapar.
Al escapar,
olvidaste los caminos de llegar
a este sitio donde vimos rebrotar
como espiga este amor que crece más.
A mi lado sólo existe soledad,
y te espera para entonces escapar.
Cristino Alberto Gómez
21 de noviembre del 2009