la hamaca do descansan
los sueños que vivimos,
las noches que nos llaman:
allí a mi ser, y al tiempo
en mis momentos suelo
sentir que falta y vive
en cada espacio aquesta
que alumbra mis mañanas.
Sigue a mi lado, vida.
Dame tus madrugadas,
aun frías si prefieres,
mas no te apartes; nunca
abandones las horas
que alientan mis razones.
No sé por dónde vives,
si dentro de mi pecho,
si fuera de este mundo,
si encima de mi lecho,
si bajo las cobijas
que juntos nos envuelven.
Al despertar me escribes,
me traes primaveras,
despiertas y sonríes.
Pregunto dónde vives,
si entre mis llanos versos
o en la montaña firme
donde te abrazo y beso
cuando atardece. Dime:
¿algún espacio puede
decir que te comprende?
No sé por qué pregunto;
si pregunté lo sabes.
¡No puede imaginarlo;
no logrará abrazarte!
Estás en mi presencia;
germino en tus cantares.
No sé por dónde vives;
no voy a preguntarte
pues avanzamos juntos
buscando en cada parte.
Andamos de la mano;
soñamos nuevos aires.
¡En medio del camino
es nuestro hogar, y aparte!
Cristino Alberto Gómez
19 de agosto del 2011
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