He estado despolvando mis archivos buscando material para mi nuevo proyecto, "Los versos de mi campo". He encontrado en el inédito "Me faltan palabras" algunos escritos que decido compartir ahora. Registro de aquellos tiempos...
REMORDIMIENTO
Me dijiste "no te amo" y te afliges
dando al aire ese calor que me tocaba.
Yo te digo: si mentira tus palabras
eran, dime la verdad; luego sonríe.
Lo que no quisiste hacer ya no lamentes,
que de errores nuestra vida está repleta.
¿Por qué ocultas, mas, si es bella tu respuesta?,
y si cierta feliz me hace, ¿por qué mientes?
Bella chica como tú llevarse nunca
de palabras que verdad omitan debe.
Cien de ellas hoy me dices cuando ocultas
lo que un día bien sabré de ti: me quieres.
Cristino Alberto Gómez
14 de abril de 2004
ENTRE AMIGOS
Impacientes dulces se oyen las palabras
que despacio se acercan a unos oídos.
Quien las dice sin pensar pues controlarlas
no es posible, dime: él y quien le oye,
¿son enemigos?
Si a sus labios desgastar juntos se atreven,
fuego si hacen de sus cuerpos fusionar
deseando de ellos hasta culminar
largo viaje y muy triste al fin llegar
diferentes porque estar mas juntos quieren,
¿no son amigos?
A volar cuando aprendieron los pichones
andan, árboles le ofrecen y pajones
su refugio pero sólo algunas veces.
Si el peligro de morir ya les acecha,
tan sólo a veces
volar pueden, en las ramas esconderse...
también a veces,
a por dentro su dolor incontrolable
saciar. Sí pueden.
Pero nunca olvidarán donde semanas
sobre su nido
con amor permanecieron; donde el agua
luego a sus hijos
en el pico cada día depositaban,
y los días que aquel nido construían
nunca el olvido
borrará, porque los dos que aquello hacían
eran amigos.
Mil palabras y otras tres de mí leyeron
unos ojos que a aceptar se resistieron
cuando contigo
compartir el sentimiento indefinible,
¡eso he querido!
De mis ojos adivina cuántas gotas
he despedido
desde que arduas traspasaron tus palabras
estos oídos
que moviéronse cuando las percibieron.
¡Cuanto he sufrido!
Porque dudas, me hieres y luego callas,
de cierto digo:
más hermoso es amar cuando me quieres
como a un amigo.
Cristino Alberto Gómez
16 de abril de 2004
CUANDO ME HABLASTE
Dos minutos más de vida. Me ofreciste
aire puro. Me asfixiaba. Tú llenaste
esta alma de tu ser. ¡Qué bien hiciste
cuando me hablaste!
Encontraron los pichones, moribundos,
su alimento; el forastero su posada.
El más triste halló la paz; yo entero el mundo
en tu mirada.
Cristino Alberto Gómez
27 de abril de 2004
Hola Cristino:
ResponderBorrarHermosa poesía la que haces, felicidades querido compatriota, algún día nuestra tierra tendrá suficiente lugar para albergarnos a todos por igual, sin que tengamos la urgencia de abandonarla para buscar en otro suelo, lo que sus malos hijos, no permitan que ella nos otorgue.
Un abrazo