Dirigen grandes países que ante la voluntaria ceguera ajena se ufanan de promover los derechos humanos pero enchinchados por sus rudos piques de íntima pequeñez y caducidad destruyen masivamente pueblos y vidas inocentes. ¿De qué pueden hablar? ¡Que me dejen tranquilo, que me dejen tranquilo!
Cristino Alberto Gómez14 de abril de 2018
@CristinoAlberto
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