No tengo tiempo para pensar en oro;
no tengo ganas de conquistar dinero.
Hacen cenizas de mi mayor tesoro:
me están saqueando la juventud de nuevo.
Fatal destino de libertad el sueño.
Rentable empresa la de guardar silencio.
Aunque sus uñas traspasen nuestros cuerpos,
cuando incoloro, el extranjero es bueno.
Están latiendo de las tupidas cárceles
tras de las rejas y en amplios cementerios
sueños e ideas, porque el brutal cobarde
me está saqueando la juventud de nuevo.
Cristino Alberto Gómez
1º de mayo de 2010
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