Cuando al fin prefiera el tiempo
detenerse, contemplarte,
ver tu pelo sobre el viento,
devolverse y saludarte,
bajo su frente, en silencio,
estaré para escucharte.
Aunque le notes silente
podrás vivir su alegría,
mientras sé yo lo que siente:
soy su fuente de energía.
Hazle buena compañía,
¡dale su beso en la frente!
Cristino
Alberto Gómez
Costa Rica, 9 de junio del 2005@CristinoAlberto
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