Cristino Alberto Gómez
En el tema "Conceptos de planificación estratégica" hemos señalado que cada empresa, por grande que sea, cuenta con una estrategia, sea informal o definida en un plan estratégico. A esto debemos agregar que muchas empresas han sido altamente exitosas sin haber pasado por procesos de planificación estratégica. Sin embargo, no existe garantía que asegure la estabilidad de los factores ambientales en el marco de los cuales ha operado la empresa. De hecho, es seguro que cambiarán. Por lo tanto, aún en aquellos casos es importante planificar estratégicamente, lo cual permitirá enfocarse mejor y aprovechar al máximo las capacidades gracias a las cuales la empresa ha sido exitosa en un ambiente dinámico. Las empresas, como los individuos en su vida personal, frecuentemente se encuentran ante una elección: conformarse con lo aceptable en un espacio de comodidad o dar lo mejor de sí en aras de lograr resultados excepcionales.
Basado en un análisis profundo y objetivo, cuidadosamente
diseñado y tácticamente implementado, un plan estratégico puede reportar
beneficios en términos de crecimiento de la empresa. Los logros a largo plazo
son el resultado del mantenimiento, la edificación y el aprovechamiento de los
potenciales de éxito. La planificación estratégica no pretende sólo optimizar
el éxito en un período planificado, sino también (y primordialmente) potenciar los
factores de éxito existentes e impulsar nuevos factores, los cuales
beneficiarán la empresa tanto en ese período como en un plazo mayor al horizonte
proyectado.
Generalmente se reconocen tres tipos de factores de éxito de
los negocios, a saber[1]:
1) Fuerte posicionamiento en mercados atractivos. Una participación significativa y creciente en el nicho de mercado o en los mercados que suple define el posicionamiento. Los mercados atractivos se definen de acuerdo con su tamaño, potencial o tasa de crecimiento e intensidad de la competencia.
2) Ventajas competitivas a largo plazo en ofertas del mercado. Estarán dadas por la calidad del producto o servicio ofrecido, la calidad del servicio al cliente, la efectividad de la promoción, ventaja de precios en el largo plazo, etc. Una posición fuerte en el mercado dependerá significativamente de su estrategia de marketing.
3) Ventajas competitivas a largo plazo en recursos. Se refiere a fortalezas en término de recursos de diferente tipo, algunos tangibles y otros intangibles: tecnológicos, humanos, financieros, sistemas de información, identidad corporativa, capacidad de innovación, cultura empresarial, capacidad de cambio y mejora continua, etc.
La figura 1 indica la manera como generalmente los potenciales de éxito pueden incidir sobre otros. No se persiguen ni funcionan de manera separada, sino que se combinan en las estrategias de la empresa.
Figura 1. Modelo ROM de factores de éxito en las empresas (adaptado de Grünig y
Kühn 2010).
Las compañías con alto rendimiento se distinguen sobre sus
competidores en el mercado debido a su empeño por mejorar a un ritmo superior y
la determinación en el trabajo diligente para lograrlo. Los grandes resultados
no requieren de personas extraordinarias para ser alcanzados, sino que depende
del trabajo extraordinario y alto desempeño de las personas que ya forman parte
de los equipos de trabajo. Una empresa de alto rendimiento[2]:
- Tiene un propósito común al cual se orienta la energía de todos los integrantes.
- Se preocupa por maximizar los intereses personales de todas las personas que forman parte de ella.
- Supera a las demás empresas, no tanto por lo que la impulsa sino a pesar de los obstáculos que ha de superar.
- Logra que las personas corrientes alcancen un desempeño extraordinario, en vez de buscar sin resultado personas extraordinarias para que logren las metas.
- Se propone ser saludablemente una organización grande aunque tenga que incurrir en un costo alto.
- Entiende que más importante que la estrategia misma es su puesta en práctica.
Tomando en cuenta estas consideraciones, es importante señalar que en el éxito de la estrategia influye considerablemente la capacidad de la dirección para coordinar su puesta en práctica. En este sentido, cabe resaltar también que un plan estratégico será implementado a medida que se direcciona el esfuerzo de cada día, hora, minuto, a la visión global.
- Tiene un propósito común al cual se orienta la energía de todos los integrantes.
- Se preocupa por maximizar los intereses personales de todas las personas que forman parte de ella.
- Supera a las demás empresas, no tanto por lo que la impulsa sino a pesar de los obstáculos que ha de superar.
- Logra que las personas corrientes alcancen un desempeño extraordinario, en vez de buscar sin resultado personas extraordinarias para que logren las metas.
- Se propone ser saludablemente una organización grande aunque tenga que incurrir en un costo alto.
- Entiende que más importante que la estrategia misma es su puesta en práctica.
Tomando en cuenta estas consideraciones, es importante señalar que en el éxito de la estrategia influye considerablemente la capacidad de la dirección para coordinar su puesta en práctica. En este sentido, cabe resaltar también que un plan estratégico será implementado a medida que se direcciona el esfuerzo de cada día, hora, minuto, a la visión global.
Contar con un plan estratégico puede permitir a la empresa optimizar sus resultados con los recursos disponibles en el día a día, logrando con ello la eficiencia a largo plazo, dado que aquel es un instrumento clave para:
a) Dedicar más tiempo a los grandes impactos y actividades
b) Diferenciar entre oportunidades verdaderas y falsos ofrecimientos
c) Adaptarse rápidamente a los cambios
d) Ser proactivo y no reactivo
e) Lograr intencionalmente la visión de éxito
f) Incrementar el nivel de compromiso de los empleados
REFERENCIAS
[1] Grünig y Kühn. 2010. Process based strategic planning (sixth edition). Springer. Heidelberg, Germany. 384 p.
[1] Grünig y Kühn. 2010. Process based strategic planning (sixth edition). Springer. Heidelberg, Germany. 384 p.
[2] Olsen, E. 2007. Strategic planning for dummies. Whiley Publishing. New Jersey, USA. 384 p.
[3] Grünig y Kühn. 2010. “Process…”
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