Te amo,
ayer te fuiste; hoy te llamo.
No te exijo que regreses,
no te exclamo.
No argumento si es verdad cuanto te quise.
No querrías escuchar; no te lo digo,
pero aún te amo.
Es que amo, y el amor nunca se acaba,
nunca olvida, nunca muere, siempre ama.
Aun no sepas, aun no lo quisieras,
llevas mi alma.
Si que odias de este ser cuanto ha querido;
si hasta más dulce su miel, todo fue amargo,
de tu vida borra ya, quema esas hojas.
Di que miento, pero nunca he de negarlo,
que aún te amo.
Cristino
Alberto Gómez
Costa Rica, 29 de julio del 2005
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