allá en El Batey
porque cumple años el prieto.
¡Corre, Rafael!
—¿Y de qué lo compro,
de uva o de limón?
—¡Tráelo de naranja, ve pronto!
¿Y dónde Ramón?
—Llegaron ayer
pero son calientes.
Yo puedo llegar al Batey.
¡A la orden, siempre!
—¡Cosas de la vida,
como van los años!
¡Amarre su polla, vecina,
que solté otro gallo!
¡Ven acá, Tonito,
caco colorao!
Dime si es verdad que manito
ya anda enamorao.
—Oye que los años
son para pensar.
—Dale gracia' a Dios que a los cuatro
les gusta estudiar.
a buscar la leña
para asarle un puerco con yuca
a mi Cosa Negra.
—¿Y la Bruni linda,
ya se levantó?
Dime si te acuerdas del día
que el prieto nació.
Esconde el sombrero
que siempre se pone,
que se está poniendo muy viejo.
¡Y esos pantalones!
—¡Cantemos, muchachos,
armemos un can!
Ya se puso viejo el hermano
que le gusta el pan.
Toquemos los palos,
cantemos bachata,
y si cumple más, del colmado
tráiganle una chata.
—Yo sé que le gusta
inventar poemas.
Cuando se le baje la yuca
díganle que venga.
—¿Dónde se ha perdido,
dónde se nos fue?
¿Cuántos son los años cumplidos?
¿Faltan ciento tres?
Cristino Alberto Gómez
24 de julio de 2016
@CristinoAlberto
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