Poesía,
amiga mía:
tú que abrazas mi llanto y me consuelas
encontrando un nuevo verso en cada pena,
dime hoy, eterna compañera,
dónde anda ella.
Soledad:
tú que llegas al instante que se va
—ella cierra la puerta y aquí estás—,
¿no escuchaste, no dijo
adónde va?
Cristino Alberto Gómez
24 de noviembre de
2009
@CristinoAlberto
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