Va distante cuando amarga
la materia que se encarga
de la túrbida energía.
Nada lleva el temporal,
nada tumban los temblores,
nada cuentan los dolores,
nada queda de un jornal.
Nada arrastra la tormenta,
nada portan mis rincones,
nada las habitaciones,
nada el pecho se lamenta.
Pero vida, vida mía,
de las penas y temores
y los bravos desamores
un espacio se vacía.
Cristino Alberto Gómez
18 de abril de 2017
@CristinoAlberto
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