En un caballo de palo
vengo bajando del cerro
donde tiene el gallinero
mi tío casco pelado.
Pi pi pi, pi pi pi pi,
llama Tío las gallinas;
yo me saco las espinas
que subiendo conseguí.
Pi pi pi, pi pi pi pi.
Vienen blandiendo las alas;
yo procuro capturarlas
mientras pican el maíz.
Casi agarro de un zarpazo
el gallo pinto motón;
la punta de un varejón
se sacude en mi espinazo.
"¡Pa' la casa, desinquieto!
¡Conmigo no vuelve más!"
A la falda de Mamá
corre mi caballo prieto.
Cristino Alberto Gómez
12 de abril de 2010
excelente poema, me hace recordar mis visitas a casa de mi abuela, bajo ese olor a esperanza con cafe y ese cantar de los gallos reloj mañanero del alba.
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